Cuatro personas que no habían sido reconocidas porque cuando se instauró este reconocimiento ya habían cumplido 25 años de labor en nuestro colegio. Una instancia donde el quehacer se detiene y se fija la mirada afectiva en estos compañeros de trabajo.

La ceremonia a la Trayectoria 2010 contó con la presencia especial del Hno bi-provincial Antonio Peralta y el Hno. Delegado de Misión Jesús Pérez. Nuestro capellán, padre Humberto Henríquez, hizo una sentida oración haciendo referencia al Salmo: 26. Luego vinieron las palabras del Rector Pedro Díaz Cuevas que explicaron el contexto de estos reconocimientos, se detuvo en cada uno de ellos, para destacar sus virtudes y principales características.

La primera en ser homenajeada fue la profesora Carmen Porzio Rodríguez, quien falleciera el año pasado, producto de un cáncer fulminante. Un video con fotos hizo recordar su vocación, la alegría, la fe y el tremendo carisma que la caracterizaban. En su nombre habló una prima, debido a la profunda emoción que embargó a su hermana Marisol. La tía Carmen será recordada en una Liga de Futbolito y la sala de profesores llevará su nombre. Siempre al lado de ella estuvo la profesora Florencia Arqueros. Con un video creado por sus compañeras de trabajo se resumió los más de 30 años de permanencia en el colegio. Luego, todas las integrantes de la sección de Educación Básica salieron al escenario para cantar en un gran coro una canción de Roberto Carlos, situación que emocionó hasta las lágrimas a la profesora.

Una breve pero muy linda actuación tuvo el Coro Polifónico del colegio dirigido por el profesor Manuel González. Los alumnos fueron ovacionados por los presentes. Acto seguido, se continuó con el homenaje a Luís Madariaga, auxiliar del colegio por 33 años. Este momento se caracterizó por las risas y mucha emoción. Sus fotografías hicieron recordar el crecimiento que ha tenido el Instituto Chacabuco. La paramédico Marisel Cortes le dedicó una canción en nombre de sus compañeros de trabajo.

Para el final, el reconocimiento a César González, profesor de inglés, un hombre de fe y oración. Al igual que su personalidad, el humor invadió el auditórium con los testimonios de su familia y el video de sus compañeros de la sección de Media Superior. La presentación de sus fotografías hicieron el quiebre al recuerdo. Cada uno de ellos dio las gracias, valoró a los Hermanos que les abrieron las puertas del Instituto, recordaron a sus familias y a Dios por la oportunidad de hacer lo que les gusta. Cada uno, viajará a Alto Hospicio como regalo para conocer la obra de la Congregación en esa ciudad.