Con la idea de recorrer algunos de los momentos importantes de la Congregación, los cambios y el deseo de ir más lejos, se preparó este gran montaje, repasando por supuesto el ideario de nuestro fundador San Marcelino. “Hermanitos les enviaré a misionar por el mundo. Ya tenemos hermanos aquí que cumplen la Misión que hemos prometido a María. Iréis a Oceanía llevando el mensaje del evangelio. Andarán por aquellos caminos que tanto he soñado, quiero que hagan sentir en mi corazón esas tierras que yo amo aun sin conocerlas”, decía la voz en off que caracterizó durante el acto a Champagnat. Se mostró en escena cuando se atravesó el Océano Atlántico para misionar a Brasil, Argentina y Chile, no olvidando la frase heredada del fundador, que “para educar a los niños primero hay que amarlos”. Luego, la travesía por la cordillera y la llegada de los primeros hermanitos a Chile, específicamente a Los Andes. Se rememoró ese 27 de enero de 1911, cuando llegaron a la Estación de Ferrocarriles, al igual que el 15 de marzo de ese mismo año, fecha en que abre sus puertas el primer colegio marista de Chile, al igual que Hermitage. Un reconocimiento de los alumnos y alumnas del ICH a quienes instalaron la semilla de la cual germinaron poco a poco otros colegios de la congregación, a los Hermanos Andrés Adventinus, Adolfo Abaurrea, Jacinto y José Andrónico. Pero el acto sirvió también para formular una invitación a buscar nuevas formas para ir construyendo el Reino. Esa invitación reunió a todos los alumnos de la sección en el escenario y al ritmo de una flameante bandera a chilena se puso fin a este año 2010.