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Misa de los Cuartos Medios, un paso antes del Adiós
Por
Instituto Chacabuco .
Publicado:
6 Diciembre 2010
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Encabezada por el capellán de nuestro colegio, padre Humberto Henríquez se realizó la ya tradicional Misa de los Cuartos Medios de la generación 2010 en la parroquia Nuestra señora de La Asunción. Un momento para agradecer a Dios por concluir esta etapa caracterizada por la formación marista: con énfasis en el amor a Jesús y a Maria.
La Eucaristía de los cuartos es una de las ceremonias más importantes que viven los alumnos y alumnas que egresan junto con la Licenciatura. En ella la familia Marista se reúne para agradecer y poner en las manos del Señor a todos estos jóvenes que egresaron, además de pedirles que siempre recuerden que Dios que los ama mucho.La misa es protagonizada en su totalidad por los alumnos, apoderados y tutores del nivel, ellos participan en las lecturas, presentación de ofrendas y acción de gracia. El coro estuvo compuesto por los apoderados que participan en la Academia de Manuel González. En la presentación de las Ofrendas el alumno José Cornejo, de Cuarto Medio “A”, presentó las insignias, que después de la Eucaristía fueron entregadas a cada persona de la Generación 2010, como signo de ingreso a la familia de los ex-alumnos. En tanto,
Diego Jacob, de Cuarto Medio “B”, ofreció un martillo, signo de todo el trabajo realizado en Molina. Liderazgo y profundo esfuerzo son la ofrenda al Señor. Además Christian Flores, de Cuarto Medio “C”, ofrendó un libro PSU que representa todo el esfuerzo académico desplegado durante la enseñanza colegial. Finalmente, la Familia Castro López, presentó el pan y el vino que se convertirán en el cuerpo y sangre del Señor.Antes de terminar la Eucaristía, la alumna JavieraVillarroel Zúñiga agradeció en nombre de sus compañeros tal distinción y luego nuestro Rector Pedro Díaz expresó sus agradecimientos por el paso de estos jóvenes por el colegio, promoción recordada por su aporte en el ámbito solidario. Luego, el Centro de ex alumnos les hizo entrega de las piochas, como símbolo de que seguirán ligados a la Familia Marista por el resto de sus vidas.    

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