Cinco
alumnos de la etapa Cumbre del Movimiento Marcha, del
Instituto Chacabuco, llegaron hasta la localidad de
Cordillerilla, en Curicó para cumplir con la actividad
de cierre de este proceso, que se inició algunos años
atrás, cuando quisieron tomar este camino e ingresaron a
la etapa Llanos, cargados de ilusión y energía para
vivir más cerca el testimonio de Jesucristo.
En un campamento, ubicado en un
emplazamiento rural vivieron una significativa
experiencia repleta de actividades de evangelización,
reflexión, solidaridad, pero por sobre todo crecimiento
personal y autoconocimiento.
120 personas de todos los colegios maristas
vivieron un verano distinto. De ese número, los alumnos
Andrés Cumsille, Consuelo Larenas, Cristián Mardones,
Constanza Castro y Jorge Martínez, más la responsable
del grupo Andrea Ahumada conformaron la delegación del
Instituto en la séptima región.
El campamento se dividió en comunidades
para la realización de la gran cantidad de actividades.
En este sentido, jornada se iniciaba con la visita a las
familias del sector, donde los jóvenes se internaban a
misionar, dejando la invitación para la catequesis y los
talleres que se hacían durante el día y también las
liturgias para adultos que se hacían por las tardes.
En un ambiente más íntimo participaban de
la evaluación diaria, con experiencias y anécdotas que
marcaron la finalización del día, al cierre la
planificación para el día siguiente. Al final una
ceremonia de envío, que fue uno de los momentos más
emotivos para los participantes, cuya idea era analizar
este recorrido de ascenso hacia la cumbre, aquella que
alcanzan sólo unos pocos, llenos de satisfacción por el
logro.
Felicitaciones a estos cinco jóvenes que gracias a su
esfuerzo y perseverancia transitaron por este camino de
fe y aprendizaje.