Como una
forma de impregnar a los actuales alumnos con la
historia del colegio, a tres años cumplirse nuestro
centenario, la Coordinación de Cultura ofreció una
charla dictada por el historiador andino y ex alumno
René León.
Al salón Hno. Fernando de la Fuente
asistieron los alumnos de séptimo básico hasta cuarto
medio, quienes divididos en dos charlas escucharon
atentamente el relato del historiador, quien sintetizó
de manera magistral cómo se había gestado la llegada de
los Maristas a Chile.
Describiendo con un amplio apoyo fotográfico la
evolución del colegio, desde que se inicio la labor
educativa el 25 de marzo de 1911, hasta la inauguración
del nuevo edificio en 1952.
Además de contar estos hechos, destacó la
importante labor de algunos personajes claves en nuestra
historia, como Monseñor Martín Rücker Sotomayor,
presidente del Centro Cristiano, un organismo de la
Iglesia Católica, quien en un viaje a España, conoció de
la labor de los Hermanos. En Valencia, se entrevistó con
quien dirigía esa congregación: el Hno Andrés Adventinus,
quien le aconseja le envié una carta al Superior
General, solicitándole Hermanos para Chile.
Hecho que se concretaría tras el viaje del
Asistente General a Chile, Hno. Michäellis, quien cruzó
la frontera por Mendoza, gracias al funcionamiento del
recién inaugurado Tren Trasandino. El Hno. se hospedó en
la casa de los Padres Asuncionistas de Los Andes,
quienes enterados del proyecto que traía, pusieron a
disposición del Centro Cristiano, un local anexo a su
residencia para la fundación de un colegio y los dineros
de la Fundación Rosa Cabrera.
La firma del contrato se firmó el 2 de
febrero y dos días más tarde zarparon de Barcelona
cuatro Hermanos. El 27 de febrero, llegaron cuatro
Hermanos provenientes del puerto de Barcelona. El grupo
era encabezado por el Hermano Andrés Adventinus y
secundado por los Hermanos Adolfo Abaurrea, el Hermano
Jacinto Mezquíriz y el Hermano José Andrónico, que
pasarían a conformar la primera Comunidad de Hermanos
Maristas en Chile.
Luego de los primeros años, la matricula se
va incrementando y se hace necesario contar con un nuevo
local, ya que el primer edificio que albergó al colegio
se hizo pequeño. La donación de los terrenos donde se
emplaza el actual colegio, por parte del ex alumno y
benefactor Eduardo Bezamat fue vital para alcanzar el
crecimiento que goza el Instituto Chacabuco en la
actualidad.