Desde el año 2013, las madres que conforman el Voluntariado Marista han realizado una labor fundamental en la vida colegial a través de una acción solidaria sin fines del lucro que busca incidir en el seno de nuestra comunidad desde la ayuda, el apoyo y el servicio desinteresado.
En la actualidad, el voluntariado marista está constituido por un grupo de quince apoderadas del colegio, las cuales, dentro de su valioso aporte y múltiples funciones, coordinan y ejecutan la atención del quisco y casino de nuestra institución.
La asistencia generosa y el cariño que día a día otorgan a los alumnos maristas se funda en el mensaje de entrega y ejemplo de servicio de nuestra Buena Madre. En este sentido, la labor desarrollada en el voluntariado representa una muestra constante de solidaridad y compromiso para con la gran Familia Marista.
La labor del Voluntariado no se reduce al ámbito escolar, sino que se extiende a la comunidad andina a través de la presencia y trabajo en comedores solidarios de la comuna, hogares de ancianos y jardines infantiles. Tal esfuerzo resulta una expresión del compromiso cristiano que nace de la fe en Dios, la compasión por los necesitados y todos quienes sufran vulneración.
El compromiso adquirido por las voluntarias de nuestra comunidad se enlaza con nuestra misión institucional, “encarnando una sentida responsabilidad social(…) y una profunda convicción solidaria” que nos invita a agradecer infinitamente su labor y motivar en otros la vocación de servicio colegial. Es así como se invita a las apoderadas y demás integrantes de nuestra comunidad a participar y apoyar activamente esta labor, consolidar un voluntariado solidario tendiente a la integración comunitaria, la búsqueda del bien común y el servicio al prójimo.