La baja temperatura ambiental tuvo su contraste con la cálida acogida que las familias del colegio recibieron la invitación para celebrar un día de encuentro y comunión. El Estadio Marista albergó tempranamente a los primeros cursos que, desafiando el frío, llegaron hasta el recinto a partir de las 9, 00 de la mañana. Un poco más tarde, a eso de las 11, 00 hrs. se vivió la Eucaristía de manera fraterna y compartida. Todos los estamentos colegiales estuvieron representados en los diversos roles y momentos de la Misa, presidida por el Capellán Padre Alberto Requenez, cuyo sentido estaba asociado a la reflexión acerca de la importancia de la familia en el contexto colegial.
Una vez concluido el momento de oración y comunión, los diferentes cursos se dirigieron a los lugares previamente asignados donde se compartió de manera grata y familiar. El Estadio se convirtió en una gran mesa marista, en la que fue posible observar la cercanía y camaradería de padres y apoderados que acompañaron a sus hijos e hijas en esta actividad.
Paralelamente, los más pequeños gozaron de algunas actividades recreativas que le otorgaron a esta celebración un carácter realmente familiar y cercano. También en horas de la tarde fue posible apreciar el talento artístico de niños y jóvenes que a través del canto y la música se hicieron presente en un día frío en lo ambiental, pero cálido en la convivencia.
Al igual que el año pasado, el Día de la Familia Marista 2014 supuso la asistencia de gran cantidad de familias que quisieron participar de un encuentro validado desde la presencia y desde la fraternidad.