En el Estadio Marista a partir de las 9:00 hrs. comenzó el arribo de las familias integrantes de los diferentes cursos para compartir en forma entusiasta un día especial, una ocasión reservada para el encuentro, el diálogo, la alegría y las bendiciones que cada quien atesora en su vida.
A las 11, 00 hrs. se realizó la Eucaristía a cargo del capellán colegial, Padre Alberto Requena, quien hizo énfasis en la familia, en el rol que cada uno cumple dentro de cada una de sus familias, en lo importante que es compartir la existencia con quienes nos rodean. La palabra de Dios, los cantos, ofrendas y oraciones dieron cuenta de una celebración centrada en la unión y en la riqueza de relacionarse con los demás.
La hora de almuerzo también representó un momento emotivo en la celebración de este día, ya que fue posible observar la alegría y el espíritu fraterno con el que se desarrollaron las actividades. En la tranquilidad de un lugar especialmente acondicionado para recibir a todos los participantes, los cursos fueron capaces de convocar a su gente para estrechar lazos, reanudar conversaciones, compartir experiencias, conocer al otro en torno a la mesa común.
Niños y jóvenes disfrutaron de una tarde entretenida participando en juegos y actividades recreativas. Su alegría complementaba la serenidad y sencillez con las que sus familias asumieron el desafío de reunirse para vivenciar el espíritu de comunidad que nos legara Marcelino Champagnat.
Durante la tarde también se presentaron diferentes grupos musicales integrados por niños y jóvenes, pertenecientes a las academias artísticas del colegio. En su talento y compromiso con la música fue posible también observar el gozo de formar parte de la familia marista. Especial interés concitó la presentación del grupo musical del ex alumno Helios Santibáñez por su aporte a la tarde musical con un repertorio de cuecas bravas.
Cuando la tarde caía, a eso de las 18, 00 hrs., las familias se despidieron y comenzaron el retorno a casa, tras haber compartido un día especial, imbuidas en el carisma de Champagnat, quien soñara para su obra un simple y profundo deseo, sintetizado en “amaos unos a otros”.