Durante una semana cientos de niños y niñas participaron de esta tradicional actividad solidaria que tiende a otorgar un momento de esparcimiento, entretención sin dejar de lado la evangelización.

Además el CEVA Marista les brinda locomoción, materiales para las dinámicas, desayuno, almuerzo y onces. Todo esto gracias a la gran cantidad de monitores y voluntarios que se comprometen durante cinco días, durante varias horas, para que todo sea un éxito.

Las personas comprometidas son nuestros monitores, integrado por alumnos y ex alumnos, además de los voluntarios, ellos son profesores, asistentes y apoderadas.

Gracias a todos ellos, un año más se pudo mantener esta instancia de recreación para niños y niñas de sectores vulnerables que incluyó un año más al sector de Llanos Norte de San Esteban.